El agua es el nutriente más simple e importante en la alimentación del ganado. Los animales, como los humanos, pueden vivir por largos períodos sin comida, pero no sin agua; ella garantiza la ingesta adecuada de materia seca como la salud y la productividad. En la mayoría de las zonas tropicales, desafortunadamente la calidad y la cantidad del agua suministrada al ganado son desconocidas.
El agua está involucrada directamente en los procesos fisiológicos, siendo un medio de transporte de nutrientes, material de desecho, hormonas y otros compuestos químicos; también es necesaria para la absorción y el transporte del alimento a través del tracto gastrointestinal. Tiene un rol esencial en la regulación de la temperatura corporal, y actúa como lubricante en las articulaciones y como componente de muchas reacciones bioquímicas.
En nuestro medio el agua para el consumo animal tiene diferentes orígenes: de pozos profundos, represas, cañadas y arroyos naturales.
Las aguas de represa presentan características especiales relacionadas con su ubicación; si están sobre suelos arcillosos del tipo de arcillas 2:1, es decir, suelos de muy buena fertilidad, las aguas presentan altos contenidos de minerales básicos como Ca, Mg y Na. Estas represas están abastecidas por aguas lluvias provenientes de las partes altas de las microcuencas, ellas contienen altos niveles de Dureza y Salinidad.
Caso contrario se da en represas ubicadas en suelos de arcillas 2:1, catalogados de buena fertilidad, donde el agua que abastece la represa no proviene de las partes altas de las microcuencas, sino de la precipitación. Este tipo de agua tiene niveles bajos de Dureza y Salinidad.
Las represas que están ubicadas en zonas de pendientes en suelos de baja fertilidad, por lo general arcillas 1:1, es decir, suelos de coloración rojiza, con contenidos de óxidos de hierro y aluminio (Fe y Al), contienen bajas concentraciones de bases, por lo que el agua tiene bajos niveles de Dureza y Salinidad.
Las aguas de cañadas y arroyos de suelos de textura arenosa, o suelos con baja fertilidad, poseen bajos niveles de Dureza y Salinidad. En tanto que, los arroyos o cañadas que provienen de suelos con texturas arcillosas y suelos de muy buena fertilidad, poseen altos niveles de Dureza y Salinidad.
Teniendo en cuenta que el consumo de sal mineral por el animal depende de la calidad y la cantidad del agua, entre el 2013 y el 2015 Somex realizó muestreos de agua en 20 fincas, en épocas de sequía y lluvias en la zona del Caribe. Los promedios de dureza fueron 690 y 655 ppm respectivamente en la sequía y lluvias, no siendo significativa (P<0.07) entre épocas del año, pero sí entre fincas y mes (P<0.5). Los promedios de salinidad fueron de 746 y 398 ppm, respectivamente, presentando una variación altamente significativa entre fincas, mes y época del año. Los consumos de sal mineral en las dos épocas del año fueron de 22.4 y 45.3 gramos/día animal respectivamente, con una variación altamente significativa (P<0.1) entre la sequía y las lluvias.
Los resultados de este trabajo indican que los consumos de sal mineral por el animal varían durante el año y por la zona donde se encuentren las fincas. De igual manera, la composición mineral de la sal mineral debe ser diferente, como lo indica el trabajo, garantizando así los requerimientos de minerales que tiene el animal en sus diferentes ciclos de vida.
ANÁLISIS DE AGUAS
La calidad del agua se determina a través de análisis químicos y microbiológicos. El análisis bacteriano indica la presencia en el agua de microorganismos que pueden ser peligrosos para la salud animal. El análisis químico determina los niveles de minerales presentes en el agua.
Los principales parámetros de calidad del agua son:
- EL PH DE AGUA
El pH de agua indica la concentración de iones de Hidrógeno. Un valor de pH de 7 indica agua “neutral”. Valores menores de 7 son cada vez más ácidas, y con valores mayores que 7 son cada vez más alcalinas. La mayor parte de las aguas caen dentro de un rango aceptable de 6.5 a 8.5. Si el pH es menor que 5.5, puede dar acidosis y un bajo consumo de alimento. El pH del agua es un factor importante en la determinación de la efectividad de varios tratamientos de agua.
- SÓLIDOS SOLUBLES (mg/L)
El Residuo filtrable o Sólidos Disueltos Totales (SDT), es un indicador principal de la calidad del agua. Si SDT es aceptable, es poco probable que los niveles de minerales en el agua sean problema. El agua con un SDT menor que 1,000 mg/L es aceptable para toda clase de ganado. Entre 1,000 y 7,000 mg/L los efectos del SDT pueden ser problema y pueden provocar síntomas como diarrea temporal y baja productividad, y es necesario determinar los niveles de minerales que acompañan al SDT. Cualquier cantidad de minerales pueden elevar el SDT; por ejemplo, el Calcio y el Magnesio contribuyen al SDT. Si el SDT está entre 7,000 y 10,000 mg/L, se podrían producir serios problemas de salud y ocurrir un rechazo al agua por parte del ganado. Aguas con un SDT sobre 10,000 mg/L no deberían ser utilizadas para consumo animal.
- ALCALINIDAD TOTAL (mg/L de CaC03)
La alcalinidad mide la habilidad del agua para neutralizar un ácido. Niveles de alcalinidad mayores de 500 mg/L pueden tener efecto laxante. Los niveles de alcalinidad usualmente no deben exceder el límite recomendado de 500 mg/L.
- DUREZA (mg/L de CaCO 3)
A pesar de que la dureza no tiene efecto en la salubridad del agua, puede ocasionar acumulación de sarro (mayormente carbonatos de Magnesio, Manganeso, Hierro y Calcio) en el equipo de distribución de agua. Las obstrucciones de caños y bebederos pueden llevar a reducir el consumo de agua y sus problemas asociados. El agua con más de 121 mg/L de CaCO 3 es considerada dura.
- NITRATOS Y NITRITOS (NO3-NO2-N [disueltos] en mg/L)
Los nitratos y nitritos en el agua son peligros potenciales en la salud del animal. Reaccionan con la hemoglobina en la sangre, haciéndola incapaz de transportar Oxígeno. En el ganado, los rumiantes son los más susceptibles debido a que las bacterias ruminales convierten el nitrato en nitrito (más peligroso). Los cerdos son menos susceptibles, puesto que esta conversión no ocurre con el mismo alcance.
La mayor parte de los nitratos en el agua vienen de material orgánico que escapa de los suelos muy fértiles. Los nitratos se mueven a través de los suelos húmedos, a un índice de más de un metro por día. Pueden contaminar rápidamente pozos superficiales, especialmente aquellos localizados dentro o cerca de los corrales.
Los nitratos se reportan como nitratos y nitritos, debido a que el nitrito es inestable y se convierte a nitrato antes que el análisis esté hecho. El agua que contenga más de 100 mg/L de nitratos, o 23 mg NO3-NO2-N/L, es potencialmente peligrosa. Los nitratos altos en el alimento pueden contribuir a la toxicidad si el aporte en el agua es también alto.
- SODIO (Na en mg/L)
El sodio como sulfato, conocido como sales de Glauber, es un laxante. El Magnesio y el Sodio normalmente solos presentan poco riesgo para el ganado, sin embargo, en forma de sulfato de sodio es un riesgo para la salud. El cloruro de sodio presente en la sal de mar debe ser dosificado sin causar una deficiencia de cloro. Niveles de sodio mayores de 800 mg de Sodio/L pueden causar diarreas y caída en la producción de las vacas lecheras. La sal debe ser reducida en las dietas porcinas si el Sodio en el agua excede los 400 mg/L.
- MICROBIOLOGÍA DEL AGUA
El agua puede contener una variedad de microorganismos, incluyendo bacterias, virus, protozoos y huevos de parásitos. Un conteo de bacteria coliforme por sobre 1/100 ml puede causar diarrea en terneros. Un conteo por sobre 20/100 ml puede resultar en diarrea en vacas y vacas en ayuno. La cloración del agua removerá la bacteria peligrosa y otros microorganismos. Los protozoos y los antivirus son más resistentes a la cloración que las bacterias.
En general, nuestros ríos están contaminados por sustancias tóxicas o nocivas para la salud del animal; debe evitarse el acceso a este tipo de agua. El animal debe ingerir agua saludable, libre de sólidos solubles y con bajos niveles de dureza y alcalinidad. Es decir, debe ser incolora e inodora, en otras palabras, agua potable.